
Por Martín Di Prinzio
En un retorno esperado y cargado de expectación, Alien: Romulus, dirigida por el uruguayo Fede Álvarez, se adentra en el oscuro universo de la icónica franquicia con una propuesta que, si bien no es perfecta, llegá como un apasionado homenaje a una saga que ha sido a la vez venerada y maltratada. Con un elenco compuesto por Cailee Spaeny, Isabela Merced, David Jonsson, Archie Renaux, Spike Fearn y Aileen Wu, la película nos ofrece un viaje en el tiempo y el espacio que se sitúa entre Alien de 1979 y Aliens: El regreso de 1986.
El argumento nos traslada a 2142, donde nuestra protagonista, Rain, una huérfana que trabaja en la colonia Jackson's Star junto a su hermano adoptivo, un humano sintético llamado Andy, se une a su exnovio Tyler y a un grupo de amigos en una misión para recuperar cámaras de criostasis en una nave espacial abandonada llamada Romulus. Lo que empieza como una tarea rutinaria se convierte en una pesadilla cuando, al revivir accidentalmente a los Xenomorfos (alienígenas que se adhieren a la cara para implantar sus crías), quedan atrapados en la nave mientras el horror comienza a desatarse.
Alien: Romulus se presenta como un collage respetuoso y nostálgico de las entregas anteriores. La película tiene ecos del terror atmosférico de Alien y la acción explosiva de Aliens: El regreso, mientras que también rinde homenaje a Alien 3 y Alien: Resurrection. Álvarez y su coescritor Rodo Sayagues han elaborado un guion que no solo intenta equilibrar los elementos de cada película, sino que también logra mantener una narrativa coherente y lógica, un desafío considerable dada la complejidad de la saga. El resultado es una historia que, aunque sólida, presenta algunas flaquezas, especialmente en su primer acto, que puede resultar lento y pesado, y en un clímax que se siente forzado.
Uno de los puntos fuertes de la película es el desarrollo del personaje de Andy, el androide. Su interacción con el grupo y su propio arco narrativo aportan una profundidad que añade mucho al film. El elenco ofrece actuaciones decentes, con Cailee Spaeny destacándose y Isabela Merced proporcionando momentos de desesperación verdaderamente intensos.
A pesar de sus virtudes, Alien: Romulus enfrenta el reto de fusionar terror, misterio, acción y suspenso. La película intenta amalgamar estos géneros, pero la mezcla no siempre es armoniosa.
Aunque no logra equilibrar todos sus elementos a la perfección y presenta algunos tropiezos en su ritmo y coherencia, su sólida realización técnica y su capacidad para generar horror y tensión aseguran que es una adición valiosa a la franquicia. Fede Álvarez ha entregado una peli que, a pesar de sus imperfecciones, honra el legado de Alien y deja abierta la puerta a nuevas posibilidades para el futuro.